cabaña

viernes, 17 de enero de 2014
domingo, 12 de enero de 2014
Reseñas
RESEÑA DE PABLO DE TOMÁS
RESEÑA DE JOSE CARLOS FERNÁNDEZ
RESEÑA DE ANNA ESTIARTE
Siempre
nos ha preocupado nuestra relación con lo que nos rodea.
Las
emociones que nos producen cuando alguien o algo interactúa con
nosotros o nosotros con ellos.
Cuando vemos un partido o vemos una
película, qué es lo que nos hace vibrar o sentirnos identificados.
La cabaña es un ejercicio de reflexión por parte del autor para
intentar dar una relación a todos esos sentimientos. Y para ello
abre las puertas de su pasado más oscuro y, con ello, todo su
esfuerzo por convivir con esos pensamientos. Describir su propia
visión de la locura, intentando no volver a caer en ella.
Es
un ensayo del que cada lector debe extrapolar su propia experiencia,
identificar sus propios gigantes para vencerlos y, quizás, de este
modo, poder cambiar una sociedad en declive desde la raíz que podría
ser una multitud expurgada de sus miedos, inquietudes e
inseguridades.
Por
momentos es el diario de una persona que navega por aguas turbulentas
con el objetivo de conquistarlas, sabiendo que en varias ocasiones la
barcaza se hundió, pero no lo suficiente como para no volver a
remar.
Es de elogio si lo contemplamos como una autorreflexión de un
enfermo sobre su propia enfermedad.
Reconocer circunstancias
importantes que podrían suponer una etiqueta sobre su persona, sin
importar que esto suceda, pues su idea está por encima.
La
convicción de que no sólo ha comprendido sus propios sentimientos,
su sensación de contraerse y expandirse, sino que se siente con la
fuerza de compartirlo, de que pueda ser la primera piedra de un
movimiento imparable. O, al menos, le sirvió para observar desde la
distancia sus tiempos más oscuros y describirlos.
Lo que a otros nos
supondría tabú y enterraríamos en lo más profundo de nuestros
secretos, él lo desmiembra y lo expone sabiendo que puede ser
ejemplo, que muchos, con su lectura, pueden aprender a reflexionar de
un modo más abierto y valiente.
RESEÑA DE JOSE CARLOS FERNÁNDEZ
Aunque aquí se nos presenta una obra finalizada Victor es
especialista en relatos cortos con los cuales a lo largo de los años
ha ido elaborando una técnica depurada, capaz de escribir con
dulzura y profundidad a la vez que también con dureza e incluso
crueldad. Con formación universitaria y una clara predisposición o
vocación como escritor aunque él se lo siga negando a sí mismo.
Un niño, un adolescente y un hombre, acompañados de una
misteriosa niña, tienen una serie de encuentros con un anciano en
una cabaña situada en lo alto de las montañas al final de un largo
sendero.
Aunque intervienen más personajes en la trama éstos son lo que
van a llevar el peso de la historia y van a intentar despertar en el
lector toda una serie de emociones y reacciones.
Si bien se nos muestra una trama en la que el miedo, la
esperanza, la grandilocuencia, la ira, el derrotismo, la euforia, la
tristeza y un sinfín más de estados de ánimo y emociones se van
alternando y superponiendo uno en su apreciación va intuyendo algo
mas profundo y sutil que va dejando mensajes subliminales. Como toda
apreciación es, pues, subjetiva y personal.
Partiendo de una aparente retrospectiva autobiográfica el
escritor nos va mostrando retazos de los diferentes periodos de
desarrollo del protagonista con toda su cadena de acciones y
reacciones ante los retos existenciales que él mismo se va
imponiendo. A lo largo de ese periplo se producen hechos
significativos y graves que van a condicionar su propia existencia e
influir decisivamente en la misma. A todo esto el anciano se
convierte en un nexo de unión entre los diferentes personajes e
intenta poner un poco de orden en la aparentemente caótica sucesión
de vivencias y experiencias relatadas.
Una de las preguntas que a uno se le ocurren cuando lees este
libro es “ ¿ Hasta que escala de percepción es capaz de llegar
nuestro cerebro en la resolución de dudas y problemas de concepción
del Universo que nos rodea ? “
Con una gruesa capa de humildad, el firme deseo de no meter la
pata y despojándome de cualquier intento de dogmatismo intentaré
explicarme.
En este libro vamos a encontrar un protagonista ( el hombre )
sumido en una cruel realidad, con emociones encontradas persiguiendo
unas claves que de momento le han producido estados tan graves que le
han llevado a tener visiones de la “locura”. Se nos muestra fría
y cruelmente una vida que de la inseguridad y el miedo pasa a la
grandilocuencia y la ambición desmedida, acabando todo ello en la
amargura, la soledad y el vacío. El vano e infructuoso intento de
explicar lo inexplicable conduce una y otra vez primero a la
necesidad de dar con la clave sin descanso y finalmente a la
desconexión emocional como una piadosa protección cerebral ante el
peligro de cortocircuito emocional. Mucho se ha hablado y escrito de
mentes privilegiadas que han acabado destrozadas, inmersas en su
propio mundo incomprensible para nosotros. Por otro lado también ha
habido auténticos genios que precisaban de ayuda permanente en el
simple hecho de atender sus más simples necesidades, vestir bien,
comer bien, beber, dormir.
Nos encontramos a un protagonista hábil, inteligente, locuaz y
con una alta percepción emocional que, sin embargo, descuida
tristemente su propia integridad personal como nos detalla en varios
de los relatos que el anciano lee con detenimiento. La búsqueda de
la clave para dominar y entender nuestro propio comportamiento es tan
difusa que prácticamente no se puede entrever, y, sin embargo, ahí
está. No se trata únicamente de dominar el estado emocional, ya que
eso a veces resulta imposible ( ansiedad, trastornos ya sean químicos
o de percepción ) sino de saber dotarse de unas armas básicas que
nos ayuden a entendernos a nosotros mismos y, a la vez, nos permitan
no llegar a los límites donde perdemos nuestra propia percepción
personal.
Así pues la enseñanza de este libro podría ser “ El ser
humano con problemas tiene y puede ser capaz de no dejar que lo
afecten hasta la medida de perder el control de sí mismo “. Si
eres capaz de conseguir ese control quizás entonces seas capaz de
adentrarte en los estados que antes te llevaron a la caída puesto
que habríamos aprendido a saber cuidar de nosotros mismos siguiendo
las reglas básicas que nuestra sociedad nos ha impuesto.
Un libro duro y profundo bien escrito y que no te deja
indiferente.
Lo recomiendo.
RESEÑA DE ANNA ESTIARTE
LA DEVALLADA ALS INFERNS
La
vida dóna moltes voltes i a vegades et sorprèn, alguns fets són
dolents o simplement rutinaris, però de tant en tant, algú fa
alguna cosa que produeix una grata aturada en el camí.
Quan
el meu amic Víctor em deixava llegir quelcom escrivia, molts cops
havia pensat i, fins i tot, verbalitzat que tenia un gran potencial
per l’art d’escriure. Per aquest motiu quan em va enviar l’enllaç
del seu projecte, no em vaig poder estar d’immergir-me en les seves
paraules i els seus pensaments.
Però
poder molt us preguntareu qui és ell i que t’he d’especial el
que ha escrit... Doncs, bé: Víctor Fernández va néixer a Reus
l’any del “naranjito” (gran figura mediàtica) i com quasi tots
forma part d’una generació amb gran potencial però que la
societat ha menystingut i menyspreat...
Ens
vàrem conèixer a Barcelona ja fa uns anys i vaig poder presenciar
gran part de la història que intenta explicar en aquest llibre.
Ell
cita en el seu bloc el següent resum: “Tres personas logran dar
con la cabaña donde vive un hombre mayor guiados por una niña que
habita en el bosque nevado.
Juntos emprenderán un viaje a través de un laberinto del que tan solo desean salir, apoyándose unos a otros a base de explicarle al anciano cómo creen que es dicho laberinto.
Juntos emprenderán un viaje a través de un laberinto del que tan solo desean salir, apoyándose unos a otros a base de explicarle al anciano cómo creen que es dicho laberinto.
La
aventura los conducirá por todo tipo de emociones con tal de dar con
la tan ansiada salida.”
En
realitat és molt més que tot això, és l’explicació més
sincera i commovedora que és pot fer d’ell mateix i la seva
realitat.
Des
de la figura del protagonista un nen que es transforma en un
adolescent ple de somnis i il·lusions, fins a la transformació en
un jove ple de fantasmes interiors. En Víctor ens va introduint una
historia que ens va portant al cantó més obscur de la seva
realitat.
Tot
el procés, observat per una nena, que personifica el jo més íntim
de l’autor. La figura del vell com a guia vital ens portarà a
conèixer episodis i ha recapacitar les diferents visions que es
poden tenir sobre un fet en particular, les diferents emocions
personificades del protagonista, ens duran a ser testimonis d’un
banquet pantagruèlic, on la lluita entre els sentiments
t’estremeixen.
En
resum, un repàs dels fantasmes i dimonis interns, que ens duran en
un viatge esfereïdor per ser testimonis d’una realitat crua i
real.
Felicitats
Víctor.
Anna
Estiarte
Febrer
2014.
Epílogo
Caía una intensa nevada sobre la cabaña cuando un hombre con
paso resuelto se acercaba a ella. La niña observaba desde una ladera
cómo avanzaba y no necesitó mucho tiempo para, gritando, alertar a
todos de la presencia que se estaba acercando.
Un fuerte viento sacudía la copa de los árboles cuando, desde
todas direcciones, aparecieron personas corriendo velozmente hacia la
añeja construcción.
El hombre trató de abrir la puerta, pero estaba cerrada con
llave.
La acción era simple, encender en la hoguera la antorcha con la
que cargaba para prenderle fuego a todo.
– ¿Quién eres? – Inquirió Experiencia, escoltada por
Resolución y Rectitud.
– Soy el resultado de omitir toda voz que no sea la de Amor. –
Respondió el hombre.
– ¿Respondes a algún nombre? – Esperanza lo sorprendió por
su lado diestro.
– Odio, me llamo Odio. – Esas palabras hicieron que todos
hiciesen un amago de recular. Tan solo la niña se mantuvo en
impasible posición.
– Hombre, ¿Donde estás? – Rectitud sacaba su afilada y aguda
voz a relucir.
En los siguientes instantes ocurrió algo que nadie esperaba. No
solo la separación de Hombre y Odio, sino también la aparición
detrás de Odio de dos adolescentes con muy malas pintas.
– Estos son ira y soledad, vienen conmigo. – Odio ya no tenía
el aspecto de cuando llegó, ahora sus facciones cambiaban lo justo
como para hacer de su rostro algo sucio, maligno.
– Pasemos dentro, debo explicaros una cosa. He quedado aquí con
Amor. – Hombre dijo esas palabras justo antes de extraer de su
bolsillo derecho del pantalón las llaves de la cabaña.
Ya en el interior, todos vieron como la hoguera contaba con apenas
unas brasas para dar calor. Hombre tardó bien poco en traer algo de
leña y darle así más vida a la hoguera, que en pocos minutos lucía
perfecta, equilibrada.
– Lo que quería deciros, – Dijo Hombre, mirando a todos los
reunidos. Eran más numerosos que en las cenas que montaba Anciano, –
es que por escuchar tan solo la voz de Amor he caído en el más
horrible de los riesgos.
En ese momento clavó su vista en los despreocupados ojos de Odio.
– A cada acción ordenada por Amor provoqué mucho daño a mi
alrededor. De modo que solo puedo concluir que para vivir
ordenadamente no se trata de simplificar la complejidad para hacer
caso a una sola voz, sino que hay que escucharlas todas para así
tomar las decisiones más correctas.
Odio respondió inmediatamente.
– ¿Eso te lo ha dicho Conciencia? – Tras eso se mofó de como
había dejado a Conciencia al borde de la hospitalización en varias
ocasiones. Odio, a parte de controlar a Ira y Soledad, sabía también
como desatar al monstruo que Anciano trató de eliminar cuando se
lanzó a la hoguera. Era el amo del monstruo.
Tanto Odio como Ira y Soledad reían rompiendo el sepulcral
silencio del interior de la cabaña. De pronto Resolución cogió el
diario de Anciano y se lo pasó a Experiencia. Rectitud, ante el
intento de robarlo de Odio y los suyos, se interpuso en el camino
hasta que Experiencia encontró el capítulo final, el que hablaba
del amor puro. Se sentó frente a la hoguera y, con su crepitar
acompañando a sus palabras, comenzó a leer hasta que en el suelo
apareció tirada la bellísima hermafrodita.
Amor puro se levantó y se encaró con Odio, y fue durante la
discusión que Hombre se percató de lo cerca que estaban Amor y
Odio, y de lo sencillo que era ser poseído por ellas en gran número
de situaciones.
No habría quema de la cabaña, al menos de esa forma tornaba en
algo más dulce la experiencia que le había tocado vivir. No solo
los ingresos psiquiátricos, sino también la arriesgada aproximación
a la cuarta y definitiva visión de la locura. Y el dolor. Y la
soledad.
Afortunadamente se encontraba ya mucho mejor ahora que había
dejado de estar poseído por Odio. Esa noche se celebraría una cena,
pero no entre ellos. Hombre quería regresar con su familia, de modo
que se propuso cargar con todas esas voces, la mayoría
personificadas en su mente, y hacer de su futuro algo lo más estable
y normal posible.
Cuando se dirigía a la puerta una mano le asió fuertemente por
el hombre, y al girarse vio a Conciencia. Tenía cicatrices en la
cara, mientras llevaba todo el cuerpo tapado por ropajes. Hombre
había asistido mientras estuvo poseído a la tortura de Conciencia,
pero era muy buena señal que se hubiese recuperado tan rápido.
Juntos salieron de la cabaña e iniciaron el camino de vuelta a la
vida real, no sin antes dedicar un par de reverencias a la niña que
había evitado la quema del lugar ahora que todo estaba concluido, al
menos en esa parte de su vida.
Quizá Hombre algún día regresase para anotar algo en el diario.
La cuestión radicaba en que, más que pasar página, Hombre
quería cambiar de libro.
– Ahí tienes. – Dijo Conciencia entregándole algo a Hombre.
Se trataba de una libreta en blanco y una pluma.
Hombre sonrió por dentro y por fuera. Parecía que el infierno
quedaba muy atrás ya.
Prólogo
PRÓLOGO DE JOSE CARLOS FERNÁNDEZ GARCÍA
A lo largo de los siglos la
Humanidad ha experimentado una constante evolución, de forma lenta
pero inexorable nuestro organismo ha ido adaptándose para sobrevivir
en el ambiente de nuestro planeta.
En cambio podemos constatar que
en determinados momentos de la historia se han producido saltos
evolutivos claves en el intelecto humano. Casi siempre han sido
llevados a cabo por seres humanos que han revolucionado los
parámetros y condicionantes de su época con descubrimientos claves
en los diversos campos del saber, ya sean físicos o espirituales,
creando movimientos imparables que conseguían hacer avanzar a la
Humanidad.
Después de los últimos grandes
movimientos del siglo XIX la Humanidad ha conocido un increíble y
espectacular desarrollo sobre todo en el campo de la Ciencia, en
todas sus facetas, la Cultura, el Arte y la Política. A todo esto la
Religión en todas sus variantes y facetas ha intentado adaptarse a
las nuevas corrientes.
A tal grado ha llegado la
evolución en estos campos que hoy en dia está prácticamente
prohibido saltarse las reglas de las que estos grandes campos se han
dotado para, dicen, asegurar su correcta evolución.
Sin embargo la Historia nos ha
enseñado que es inevitable la aparición de seres humanos con
visiones amplias del entorno que nos rodea que pueden empezar a
constatar que la Humanidad se prepara para un nuevo salto evolutivo,
en este caso, espiritual o mental. Como siempre se iniciaría con
una o varias personas que de forma abrupta obtienen una brutal e
inesperada conciencia de que estamos prácticamente sojuzgados por
los diversos campos antes expuestos sin permitir éstos ninguna
desviación importante de sus normas y leyes inexorables.
A partir de vivencias personales
el Autor se rodea de una serie de entrañables personajes y nos
transporta a una cabaña solitaria donde nuestros miedos, complejos,
ataduras y por ende nuestra propia existencia son desmenuzados y
analizados sin piedad. Se nos muestran caminos y senderos por donde
transcurrir con salidas alternativas pero con un único fin. Nuestro
salto evolutivo ya está ahí, sólo hay que intuirlo, sentirlo,
entenderlo y por fin aplicarlo.
A veces con profundidad, otras
en tono jocoso el Autor nos desvela una serie de conocimientos que
sólo esperan a que alguien los recoja y empiece a evolucionarlos.
Una obra, en mi humilde opinión,
de obligada lectura y relectura.
Que ustedes lo disfruten.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)